La Casa de la Tía Toña

Esta historia es de una casa situada en la 3ª sección del Bosque de Chapultepec. Para los que no conocen México, Chapultepec es un bosque en medio del Distrito Federal, dividido en varias secciones, la tercera sección es sólo vegetación y barrancas. 

La casa está en la parte trasera del bosque, es muy peligroso por que tienes que bajar a las barrancas y caminar hasta encontrar una escalinata de piedra, casi destruída por la naturaleza, empinada y resbalosa, que conduce a un caminito entre la maleza.

Más adelante te encuentras con un puente desvencijado, bastante viejito, donde hace años había un río, ahora apenas hay un riachuelo en algunas estaciones del año.

Y cruzando está la famosa casa abandonada de la Tía Toña.

Lo mejor comienza cuando llegas a la escalinata, por que muchos afirman que desde ese momento empiezan a escuchar el lamento de una anciana, otros escuchan gritos, como si los alertaran para alejarse.

Cuando vas cruzando el puente, se escucha como si piedras grandes o bultos cayeran en el río, se escuchan voces, susurros y ruidos desde el bosque. Es frecuente tener la sensación de ser observado desde varios puntos, como si te estuvieran vigilando.

Una de las cosas más extrañas es que, terminando de cruzar el puente se percibe una vaga neblina que comienza a circular por la zona, no importa la temperatura que haya.

Al llegar a la casona abandonada es normal ver la cara de una viejita asomada en los viejos y empolvados ventanales, esperando la llegada de sus visitantes.

Al entrar a la casa se siente de inmediato la presencia de algo, opresión en el pecho, el aire se vuelve pesado, muchas personas no soportan la sensación, salen mareados o se desmayan.

Por las habitaciones se pueden ver sombras de todos los tamaños corriendo o escondiéndose, se oyen los lamentos de una mujer, pequeñas risas de niños.

Es común que los visitantes sientan que les recargan la mano en el hombro, que se tropiecen con algo inexistente mientras caminan o que los tomen del brazo con tanta violencia que quede la marca de una mano, algún moretón o arañazos.

Se dice que el cuarto de la famosa Tía Toña está al fondo de la casa, pero nadie ha podido llegar hasta ahí y comprobar lo que realmente hay en la habitación, puesto que las actividades paranormales incrementan y el aire es tan pesado que no se puede respirar. Otros dicen que los que han logrado entrar, quedan desquiciados por lo que vieron, al grado de suicidarse o quedar internados, aunque ese es un recurso que se especula mucho en estas historias.

Llega un momento en que todas esas experiencias y la pesadez del ambiente hacen que los visitantes salgan corriendo llenos de miedo. Al pasar corriendo por el puente, se sigue escuchando claramente el lamento de la mujer, las tablas crujen a las espaldas como si algo o alguien te persiguiera.

Aunque hay muchas leyendas en relación a la casa y lo que ahí sucede, hay una historia que es la verdadera y es la siguiente:

Doña Antonia era una señora de carácter fuerte y seco, que había heredado esa casona al quedar viuda. No tenía mucho dinero pero ayudaba como podía a muchos chicos de la calle que llegaban a quedarse con ella, les daba lo que podía de comer y les ofrecía un techo donde dormir, aunque fuera en el suelo. Por ello, los pequeños indigentes le apodaban de cariño, la Tía Toña.

Era ya una señora de edad avanzada, intolerante y gruñona. Los chicos eran rebeldes y muy traviesos, un día terminaron con la paciencia de la viejita, la sacaron de quicio al grado que tomó lo primero que se le atravesó y los mató a golpes.

Para deshacerse de los cuerpos, los fue arrastrando y tirando, uno a uno, al río. Al regresar a la casa, recapacitó lo sucedido, fue tal su tristeza y horror al verse como una despiadada asesina, que se dirigió a su cuarto y se suicidó, nadie sabe cómo, incluso no se sabe si todavía su cuerpo se encuentra dentro de la casa, en la habitación a la que nadie puede llegar.

Actualmente, la zona donde se encuentra la casa está restringida y con seguridad policíaca, principalmente por la noche, ya que durante mucho tiempo en los alrededores se encontraban los cuerpos de visitantes curiosos o de vagabundos que buscaban refugiarse en la casa, brutalmente golpeados y asesinados.

Se determinó cerrar la zona una noche que fallecieron 7 de 9 muchachos que, al salir corriendo, el terror no permitió que advirtieran la barranca, encontrando su muerte en el fondo. 

Esta casa es real, lo sé por que hace aproximadamente 10 años fui con un grupo de amigos, cuando todavía el acceso no era restringido. Todo lo que les relato en esta historia nos sucedió, los lamentos, las sombras, el crujir del puente, los moretones o rasguños, un amigo cayó en medio de la casa, se tropezó con "algo" que no existía, nos pasaron cosas muy raras en esa casa, yo personalmente no ví la cara de la viejita en la ventana, pero 3 amigos juran que la vieron claramente al llegar.

Sin entrar a la casa, con solo verla, sabes que no es solo una construcción abandonada. Nunca voy a olvidar esa experiencia.

Si alguien gusta vivirla, puede hacerlo, sólo hay que evitar a los policías, que no es muy difícil ya que hasta ellos tienen miedo de acercarse a la zona. Lo único que hay que llevar es mucho valor para llegar hasta el fondo de la casa.

Por Sykanda

NOTA: Actualmente hay una casa habitada, bien arreglada, cerca del lugar, es muy fácil confundirse y pensar que la vieja casona ya no existe. Pero sigue ahí, sólo hay que adentrarse en las barrancas hasta encontrar la escalinata de piedra o el puente.

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